El Museo de la Minería avanza en la restauración de una excavadora histórica

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La excavadora, antes de iniciarse la restauración
Se trata de un símbolo del progreso tecnológico de los años 60 y por el momento ya se ha finalizado el desmontaje de la cabina antigua y la instalación de la nueva y se seguirá actuando en la pala, el chasis del tren de orugas y el interior
El Museo de la Minería avanza en la restauración de una excavadora histórica

El Museo de la Minería de País Vasco está trabajando en la restauración de una excavadora histórica, una de las piezas más especiales de patrimonio industrial que forma parte de la colección de Museo, pues es una de una de las primeras máquinas mecánicas con motor de gasoil utilizadas para cargar las vagonetas y camiones de mineral de hierro arrancado de las minas.

La máquina fue adquirida en 1962 y estuvo en funcionamiento en las minas de Kotorrio hasta finales de 1970, un símbolo del progreso tecnológico de la época. La incorporación de estas máquinas se tradujo en un avance de las mejora de las condiciones laborales y en una mayor facilidad en el desarrollo de la tarea de los trabajadores. Junto a este ejemplar apenas se conservan cinco más en Europa, por lo que el Museo de la Minería ha unido fuerzas con dos importantes entidades locales para devolverle la vida a esta pieza histórica a través de un convenio.

El proceso de restauración avanza eficazmente. Siguiendo la documentación, los planos originales de la excavadora y bajo supervisión técnica, un grupo de jóvenes está trabajando en darle forma y color a la nueva cabina de la máquina minera. El 20 de noviembre se dio por finalizada la primera fase de la restauración con el desmontaje de la estructura antigua y la instalación de la nueva, fabricada durante este último año y que ya se puede ver junto al Museo.

Los trabajos se desarrollan por jóvenes en situación de vulnerabilidad social, dándoles así la oportunidad de implicarse en un proyecto cultural que facilita su comprensión y adaptación al contexto que les rodea. El plan de restauración abarca un periodo de cuatro años, ya que está dividido en cuatro fases determinadas por una inversión de 5.000 euros al año para cada parte de la intervención y por las necesidades de la mano de obra, en proceso de formación. En las siguientes tres fases de restauración, la intervención será directamente sobre las partes originales conservadas de la excavadora: la pala mecánica, el chasis del tren de orugas y el interior (palancas de manejo, motor, etc.).

Actualmente, el objetivo de estas actuaciones es el saneamiento y la consolidación de la pieza histórica, pero desde el Museo aspiran a profundizar en su arreglo y alcanzar una recuperación de su mecanismo y puesta en marcha de la excavadora, mediante futuros convenios.